Jhon Carpenter en 1978 lanza a los cines la que sería toda una película de culto en el cine de terror y precisamente en el género Slasher. Con tan solo 1000000 dolares y 3 semanas de rodaje, nace la leyenda del demente asesino, Michael Myers.
Perplejo queda uno al observar por primera vez una cinta como Halloween y es que la forma en como se llevo a cabo la filmación: Un juego de cámaras completamente distinto a lo visto en películas de ese entonces, sumado a un repertorio musical elaborado por el propio director y el solo necesitar un solo ritmo lleno de suspenso para crear una atmósfera tenebrosa habla de la calidad e imaginación del realizador.
Cada personaje de la película tiene una historia distinta, atormentados únicamente por la sombra de ese enigmático asesino que ronda en la noche de Halloween eliminando a quien se cruce en su camino.
Halloween, de Jhon Carpenter, demuestra a pesar de los años ser todavía una película atónita, imperdible para los amantes del género de terror/suspenso y para quienes no conozcan al precursor de las cintas de asesinos en serie.
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