miércoles, 26 de septiembre de 2012

Crítica Reportaje a la muerte



El 27 de marzo de 1984 un acontecimiento terrible ocurrió en el Perú. Los presos del ya extinto penal “El Sexto” tomaron la cárcel y con ello a 15 rehenes para exigir a las autoridades su liberación a cambio de entregar con vida a los secuestrados. Lo que muchos no sabían es que este acontecimiento se desarrolló de una manera distinta, mostrando en directo a través de varios camarógrafos que se encontraban grabando en el techo de un edificio, el infierno que se desató dentro de la penitenciaria.

Basado en estos hechos, “Reportaje a la Muerte” nos muestra la perspectiva del camarógrafo Alfredo (Diego Bertie) y la reportera Anel (Marisol Palacios) recién llegada de Venezuela tras ser recomendada por su jefe de cubrir los hechos del penal “El Sexto”. Anel considera que este será su último reportaje pero lo que pronto descubrirá es que ella misma se convertirá en una de las protagonistas.

Tras ser presentados, Alfredo le pone al tanto de los hechos. Hay una guerra interna entre dos bandas, los limeños y los chalacos por el liderazgo de la situación y las personas que han sido tomadas de rehenes.

Con el mensaje ¿Cuál es el límite de la libertad de prensa? Reportaje a la Muerte profundiza en la mentalidad de los diversos personajes, incluidos la forma en cómo elaboran sus planes los reos. Mientras Bertie otorga a su personaje el estilo de un periodista preocupado por el rating del programa televisivo y no duda en mostrar la crudeza de los hechos en el penal;mientras que Palacios entra en la cinta y juega el rol de una persona inteligente, siempre expresando que lo más importante ante todo son las vidas humanas y no es de su gusto darle al público un espectáculo de masacré en vivo.

Por otra parte tenemos al inigualable  actor Aristóteles Picho quien interpreta a uno de los reos más despiadados dentro de la cinta y el hecho de demostrarle al público la frialdad del personaje al momento de eliminar a los rehenes uno por uno tras no verse cumplida sus demandas.


La banda sonora compuesta por Miki González, para la época ha sido un trabajo muy excepcional, logrando tonos muy y tenebrosos, dignos de una cinta de suspenso.

En cuanto al juego de cámaras es lo que más destaco después de las actuaciones logramos contemplar  a plenitud cómo el director sumerge al espectador dentro del penal para observar una realidad distinta a la nuestra.

Reportaje a la muerte es una cinta que la recomiendo a plenitud para nosotros, los estudiantes de periodismo, porque así nos percatamos de los interés de varios medios de comunicación que buscan a toda costa lograr superar siempre a la competencia así sea sacrificando la vida de sus propios reporteros o camarógrafos.

Samuel Moreno.


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