El morbo dentro de la televisión peruana no es novedad, tenemos de antecedente la recordada época de los noventa cuando los medios de comunicación en su afán por mostrar a plenitud la noticia nos hacían ver en nuestros televisores cadáveres, asesinatos en vivo y violencia extrema sin ningún sentido
Casos como el asalto a la camioneta blindada de Centromin en la Vía Expresa en el año 1993 donde los periodistas se encontraban grabando cuando se percataron que la antigua banda "Los Destructores" masacraban a las personas del vehículo blindado a plena luz del día, todo por ofrecer resistencia. Es ese mismo momento que los periodistas junto con la policía, van al lugar de los hechos y deciden informar en vivo sobre lo sucedido mostrando los cuerpos ya sin vida de las personas dentro de la camioneta.
Ahora, la situación no ha evolucionado, seguimos mostrando imágenes llenas de crueldad y brusquedad, dejando de lado la ética periodística frente a los contenidos que pueden exhibirse y solo se limita al hecho de competir entre medios de comunicación privados para saber ¿Quien es el que pone más muertes, cadáveres, violaciones en la televisión?
El desalojo de La Parada del último jueves 25 de octubre es el ejemplo en como los medios de prensa en un momento determinado del horario nocturno se dedicaron a solo mostrar escenas del caos vivido, la brutalidad de los inadaptados y la violencia transmitida por cada uno de ellos en tan solo pocos minutos de diferentes reportajes.
Cada canal de televisión buscaba mostrar más sangre, más destrucción y colocar a nuestra sociedad como una comunidad llena de rebeldes que confunden la libertad con el libertinaje y lo peor de todo era el hecho de seguir repitiendo las mismas imágenes una y otra vez. ¿Con que necesidad? ¿Crear "consciencia" ? ¿Volver violento a los espectadores?
El sociólogo Andres Figallo opina que la exposición prolongada a hechos violentos buscan insensibilizar a la gente y el hecho de que la prensa ha optado por coger noticias y convertirlos en un "reality" al explotar la idea del sufrimiento, formando de esta manera que esa noticia sea parte del día a día del espectador.
Sin embargo el explica que a pesar de lo mencionado, no existe una relación directa siempre entre el espectador y la violencia por el hecho de que cada sujeto actúa diferente ante ciertos estímulos. Además de aclarar el hecho de que los niños salen perjudicados y tenerlos expuesto a esa clase de contenido durante los primeros cinco años de su vida solo perjudicaría su desarrollo social como persona.
Por otro lado la psicóloga Janet Rocha sostiene que la sociedad ha deformado a la televisión y viceversa.
La sociedad lo ha deformado por el caos, el estrés y la nula educación. En cuanto a efectos psicológicos que pueda tener una persona al ver a diario imágenes violentas convirtiéndolo en un estilo de vida, puede tratarse de un problema de personalidad.
Afirmó que la necesidad de las personas por ver esta clase de contenidos puede referirse a un problema de conducta agresiva y el hecho de sentir placer por seguir buscando contenido desagradable como decapitaciones,violaciones e incluso pedofília. Enfatizó que los padres son responsables por exponer a los niños a contenidos inapropiados, porque no se forma en ocasiones la costumbre y los valores adecuados.
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