Fingir, esa palabra ha retumbado en mis oídos. Ese disfraz muy bien decorado y libre de prejuicios se ha destrozado. Tu verdadera apariencia sale a relucir manifestando lo que ojos ajenos y mentes débiles aún no logran descifrar.Por otra parte me he quedado desconcertado al ver esa mascara caer y romperse en pedazos, como si de un vidrio se tratara. Admito que arduo ha sido el trabajo de entender aquel enigma que te rodeaba. Aprisionada y sin ninguna escapatoria. Sola y en silencio bajo el anonimato aguardarás el momento para resurgir y contemplar...